Cardenal Sandri inicia la visita a Ucrania, en la cruz de Maidan y en el memorial del Homolodor
Visitará por encargo del Santo Padre las ciudades de Kiev, Kharkiv, Kramatorsk y Slovyansk. El Holomodor recuerda los siete millones de víctimas causadas por el comunismo
(ZENIT – Roma).- En el día de san Bernardo patrono de Europa, el cardenal Leonardo Sandri prefecto de la Congregación para las Iglesias orientales inició su gira en Ucrania, para recorrer por encargo del Santo Padre las zonas del conflicto.
El purpurado visitará entre el 11 y el 17 de julio, las ciudades de Kiev, Kharkiv, Kramatorsk, urbe alcanzada por misiles en 2015 y Slovyansk. Asimismo visitará la ciudad de Zarvanytsia, importante lugar de peregrinaje de los fieles ucranianos.
En ellas se encontrará con refugiados y desplazados víctimas del conflicto que afecta a esta nación.
“Con muchísima esperanza viajo a Ucrania para llevar a ese querido pueblo la palabra del Papa, de afecto, presencia y cercanía”, explicó el cardenal Sandri a Radio Vaticano antes de partir. Un viaje, dijo, para “llevar el consuelo, el óleo de la consolación que nos da el Evangelio”.
El Ucrania fue recibido por el nuncio apostólico, Mons. Claudio Guggerotti, el arzobispo Sviatoslav Shevchuk, miembros del clero y algunos sacerdotes greco-católicos. En el primer día fue a Maidan, donde rezó delante de la gran cruz circundada por retratos de las víctimas de los combates de inicios de 2014. Allí depositó una corona de flores y encendió una vela.
A continuación la delegación fue al memorial de Holomodor, que recuerda la carestía forzada decidida entre 1929 y 1933 por Stalin, en la que murieron por inanición siete millones de personas tras la confiscación de los alimentos de la población. Stalin además se enriqueció vendiendo al mercado exterior el trigo de Ucrania. Crimen contra la humanidad que había sido oficialmente silenciado hasta el 2003. Se recordó también el mensaje de san Juan Pablo II en el 70º aniversario del Homolodor.
En 2016 el Papa había enviado a otra delegación presidida por el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin para que durante el viaje de cinco días en Ucrania analizara la situación.
Visitará por encargo del Santo Padre las ciudades de Kiev, Kharkiv, Kramatorsk y Slovyansk. El Holomodor recuerda los siete millones de víctimas causadas por el comunismo
(ZENIT – Roma).- En el día de san Bernardo patrono de Europa, el cardenal Leonardo Sandri prefecto de la Congregación para las Iglesias orientales inició su gira en Ucrania, para recorrer por encargo del Santo Padre las zonas del conflicto.
El purpurado visitará entre el 11 y el 17 de julio, las ciudades de Kiev, Kharkiv, Kramatorsk, urbe alcanzada por misiles en 2015 y Slovyansk. Asimismo visitará la ciudad de Zarvanytsia, importante lugar de peregrinaje de los fieles ucranianos.
En ellas se encontrará con refugiados y desplazados víctimas del conflicto que afecta a esta nación.
“Con muchísima esperanza viajo a Ucrania para llevar a ese querido pueblo la palabra del Papa, de afecto, presencia y cercanía”, explicó el cardenal Sandri a Radio Vaticano antes de partir. Un viaje, dijo, para “llevar el consuelo, el óleo de la consolación que nos da el Evangelio”.
El Ucrania fue recibido por el nuncio apostólico, Mons. Claudio Guggerotti, el arzobispo Sviatoslav Shevchuk, miembros del clero y algunos sacerdotes greco-católicos. En el primer día fue a Maidan, donde rezó delante de la gran cruz circundada por retratos de las víctimas de los combates de inicios de 2014. Allí depositó una corona de flores y encendió una vela.
A continuación la delegación fue al memorial de Holomodor, que recuerda la carestía forzada decidida entre 1929 y 1933 por Stalin, en la que murieron por inanición siete millones de personas tras la confiscación de los alimentos de la población. Stalin además se enriqueció vendiendo al mercado exterior el trigo de Ucrania. Crimen contra la humanidad que había sido oficialmente silenciado hasta el 2003. Se recordó también el mensaje de san Juan Pablo II en el 70º aniversario del Homolodor.
En 2016 el Papa había enviado a otra delegación presidida por el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin para que durante el viaje de cinco días en Ucrania analizara la situación.
Holodomor
Holodomor o Golodomor (en ucraniano, Голодомор, “matar de hambre”), también llamado Genocidio ucraniano u Holocausto ucraniano, es el nombre atribuido a la hambruna que asoló el territorio de la República Socialista Soviética de Ucrania, en el contexto del proceso de colectivización emprendida por la URSS, durante los años de 1932-1933, en la cual habrían muerto de hambre entre 1,5 y 10 millones de personas.1 2 Los archivos secretos desclasificados tras la desintegración de la Unión Soviética reflejan un aumento de la mortalidad en 1932 estimado en una tasa adicional a la media de años anteriores de unas 150 000 personas, mientras que 1933 refleja algo más de 1,3 millones de personas –lo que hace un total de unas 1,5 millones de personas fallecidas a consecuencia directa de la hambruna según estos documentos–, si bien desde 1934 tanto la mortalidad como la natalidad descendieron entre un 20 y un 40% en comparación con la media de los años previos a la hambruna.
Existen dos puntos de vista fundamentales y opuestos sobre los responsables políticos de la tragedia, y muchos puntos de vista intermedios entre estos. Según el primer punto de vista, el Holodomor habría sido un acto intencional de exterminio desatado por el poder central soviético encabezado por Iósif Stalin, y en particular, contra la nacionalidad ucraniana. Según el otro punto de vista, la tragedia habría sido consecuencia de una mala cosecha unido a la política de requisas del grano impuestas por el poder soviético a los campesinos con pequeñas propiedades, como medida punitiva para forzar la colectivización obligada, que dio como consecuencia la hambruna, no sólo en Ucrania, sino también en otras zonas agrícolas de la Unión Soviética. El poder soviético de la época culpaba de la escasez de grano que impedía alcanzar las cuotas fijadas de alimentos al sabotaje -y a la guerra a la colectivización- emprendidos por los campesinos ricos, llamados kuláks, que habrían acaparado y destruido las cosechas y ganados, como método de oponerse al proceso de colectivización, justificando así las requisas efectuadas.
Según los críticos del régimen soviético si se tiene como referencia la definición jurídica de genocidio3 4 y numerosas evidencias,5 6 7 8 se verificaría la naturaleza genocida del Holodomor al haber fuertes indicios de haber sido una hambruna artificial creada por el régimen soviético,9 comandado por Iósif Stalin. Si bien se provocaron hambrunas también en otras regiones de la URSS, el término Holodomor se aplica específicamente a los sucesos ocurridos en Ucrania. Sin embargo, algunas instituciones, han revocado la definición de genocidio, como la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que revocó su denominación de "genocidio" en el 2010, alegando que si bien reconocía que la hambruna forzada de Holodomor llegó a serlo como consecuencia de la política del régimen totalitario de Stalin, consideró no se ajustaba a la definición de genocidio, al no ser dirigido contra un pueblo en concreto sino contra el pueblo soviético en su totalidad. La rectificación de la declaración anterior se hizo a petición del propio gobierno ucraniano pro ruso de Víktor Yanukóvich, en contradicción con lo que había afirmado su antecesor en la presidencia y opositor Víktor Yúschenko .10 11
Hacia noviembre de 2011, la propia Ucrania y 22 gobiernos de otros países han denominado a las acciones del gobierno soviético como un acto de genocidio.12 La declaración conjunta de las Naciones Unidas de 2003 ha definido la hambruna como el resultado de políticas y acciones "crueles" del régimen totalitario que causaron la muerte de millones de personas de etnias como la ucraniana, rusa, kazaja y otras. El 23 de octubre de 2008, el Parlamento Europeo adoptó una resolución13 en la que se reconocía el Holodomor como un crimen contra la humanidad14 15 Además de la condena de estos países, el Parlamento Europeo,16 la Asamblea General de las Naciones Unidas,17 18 la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en su Resolución 1481,19 20 21 22 la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa23 24 y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura25 26 27 han expresado su repulsa por los hechos, aunque sin utilizar la expresión genocidio en sus declaraciones.
Holodomor o Golodomor (en ucraniano, Голодомор, “matar de hambre”), también llamado Genocidio ucraniano u Holocausto ucraniano, es el nombre atribuido a la hambruna que asoló el territorio de la República Socialista Soviética de Ucrania, en el contexto del proceso de colectivización emprendida por la URSS, durante los años de 1932-1933, en la cual habrían muerto de hambre entre 1,5 y 10 millones de personas.1 2 Los archivos secretos desclasificados tras la desintegración de la Unión Soviética reflejan un aumento de la mortalidad en 1932 estimado en una tasa adicional a la media de años anteriores de unas 150 000 personas, mientras que 1933 refleja algo más de 1,3 millones de personas –lo que hace un total de unas 1,5 millones de personas fallecidas a consecuencia directa de la hambruna según estos documentos–, si bien desde 1934 tanto la mortalidad como la natalidad descendieron entre un 20 y un 40% en comparación con la media de los años previos a la hambruna.
Existen dos puntos de vista fundamentales y opuestos sobre los responsables políticos de la tragedia, y muchos puntos de vista intermedios entre estos. Según el primer punto de vista, el Holodomor habría sido un acto intencional de exterminio desatado por el poder central soviético encabezado por Iósif Stalin, y en particular, contra la nacionalidad ucraniana. Según el otro punto de vista, la tragedia habría sido consecuencia de una mala cosecha unido a la política de requisas del grano impuestas por el poder soviético a los campesinos con pequeñas propiedades, como medida punitiva para forzar la colectivización obligada, que dio como consecuencia la hambruna, no sólo en Ucrania, sino también en otras zonas agrícolas de la Unión Soviética. El poder soviético de la época culpaba de la escasez de grano que impedía alcanzar las cuotas fijadas de alimentos al sabotaje -y a la guerra a la colectivización- emprendidos por los campesinos ricos, llamados kuláks, que habrían acaparado y destruido las cosechas y ganados, como método de oponerse al proceso de colectivización, justificando así las requisas efectuadas.
Según los críticos del régimen soviético si se tiene como referencia la definición jurídica de genocidio3 4 y numerosas evidencias,5 6 7 8 se verificaría la naturaleza genocida del Holodomor al haber fuertes indicios de haber sido una hambruna artificial creada por el régimen soviético,9 comandado por Iósif Stalin. Si bien se provocaron hambrunas también en otras regiones de la URSS, el término Holodomor se aplica específicamente a los sucesos ocurridos en Ucrania. Sin embargo, algunas instituciones, han revocado la definición de genocidio, como la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que revocó su denominación de "genocidio" en el 2010, alegando que si bien reconocía que la hambruna forzada de Holodomor llegó a serlo como consecuencia de la política del régimen totalitario de Stalin, consideró no se ajustaba a la definición de genocidio, al no ser dirigido contra un pueblo en concreto sino contra el pueblo soviético en su totalidad. La rectificación de la declaración anterior se hizo a petición del propio gobierno ucraniano pro ruso de Víktor Yanukóvich, en contradicción con lo que había afirmado su antecesor en la presidencia y opositor Víktor Yúschenko .10 11
Hacia noviembre de 2011, la propia Ucrania y 22 gobiernos de otros países han denominado a las acciones del gobierno soviético como un acto de genocidio.12 La declaración conjunta de las Naciones Unidas de 2003 ha definido la hambruna como el resultado de políticas y acciones "crueles" del régimen totalitario que causaron la muerte de millones de personas de etnias como la ucraniana, rusa, kazaja y otras. El 23 de octubre de 2008, el Parlamento Europeo adoptó una resolución13 en la que se reconocía el Holodomor como un crimen contra la humanidad14 15 Además de la condena de estos países, el Parlamento Europeo,16 la Asamblea General de las Naciones Unidas,17 18 la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en su Resolución 1481,19 20 21 22 la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa23 24 y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura25 26 27 han expresado su repulsa por los hechos, aunque sin utilizar la expresión genocidio en sus declaraciones.
Cien millones de muertos por la represión comunista
El "Libro negro del comunismo" cifra en cien millones los muertos por represión en los distintos regímenes comunistas. De ellos, dos tercios (65 millones de personas) perdieron su vida en China, especialmente durante las dos oleadas re represión masiva, La Revolución Cultural y el Gran Paso Adelante. Le sigue la Unión Soviética, con un genocidio de 20 millones de personas, a lo que hay que sumar otros dos millones de muertos a manos del Gobierno en Camboya, otros tantos en Corea del Norte, 1,7 en África, 1,5 en Afganistán, un millón de personas en la Europa del Este y varias decenas de miles en Iberoamérica.
(Libertad Digital) Según los historiadores que han compilado críticamente los datos que se conocían entonces, más el resultado de la investigación en los archivos de la antigua Unión Soviética, los 20 millones de muertos a manos del comunismo sólo en Rusia, se debe principalmente a la represión de la rebelión de trabajadores y agricultores opuestos a la socialización, entre 1918 y 1922, la deportación de los cosacos en 1920, la aplicación del primer sistema de campos de concentración de la historia, el Gulag, de 1918 a 1930, o la muerte de 6 millones de ucranianos y otros ciudadanos en áreas de actividad del ejército blanco durante la "gran hambre" inducida por el Gobierno, de los años 1932 y 1933.
Uno de los expertos reconocidos internacionalmente en la historia de los genocidios, Rudolph J. Rummel, ha acuñado el concepto de democidiopara este tipo de trágicos crímenes masivos contra la población. Según sus criterios, la represión en la Rusia comunista se acerca a los 62 millones de muertes de 1917 hasta 1987. En el caso de la China comunista el democidio alcanzó los 73 millones de personas.
http://www.libertaddigital.com/mundo/cien-millones-de-muertos-por-la-represion-comunista-1276291369/
https://es.wikipedia.org/wiki/Holodomor
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/09/140905_ucrania_rusia_crisis_en_mapas_nc
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/09/140905_ucrania_rusia_crisis_en_mapas_nc
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