martes, 27 de junio de 2017

"Mística y no violencia" ( Tolstoi ... - Hector Alexander)





MÍSTICA Y NOVIOLENCIA 
UN APORTE AL ASUNTO DE LA NOVIOLENCIA EN LA PERSPECTIVA MÍSTICA DEL CÁNTICO ESPIRITUAL DE JUAN DE LA CRUZ 
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La Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (Colombia) ha incluido recientemente en su repositorio digital un trabajo para la obtención del grado de Teología con el título Mística y noviolencia. Un aporte al asunto de la noviolencia en la perspectiva mística del cántico espiritual de Juan de la Cruz, presentado en 2016. Su autor es Héctor Alexander Rodríguez Arias,  ocd, bajo la dirección de la profesora  Rosana Elena Navarro Sánchez.
Resumen
Ante la realidad de violencia histórica que afronta la humanidad y en concreto nuestro país Colombia, surge la necesidad de hacer una propuesta de noviolencia como alternativa de cambio tanto de los sujetos particulares como de las comunidades y de las estructuras sociales proyectadas en la formación de una cultura de noviolencia. En consecuencia, esta investigación pretende establecer, a partir de una comprensión hermenéutica, la relación entre la noviolencia y el proceso espiritual propuesto en la experiencia mística de Juan de la Cruz en la obra El Cántico Espiritual. El desarrollo de la investigación propone en un primer momento, un análisis crítico-histórico de los procesos de noviolencia, reconociendo sus principales aportes y características dentro de las perspectivas: secular y bíblico teológicas. En un segundo momento se propone la experiencia mística como un camino que conduce a actitudes noviolentas en el ser humano. Por último, se establecen los aportes de la experiencia espiritual del Cántico de Juan de la Cruz para exponer algunas alternativas de noviolencia en nuestros contextos personales y sociales.


 HÉCTOR ALEXANDER RODRÍGUEZ ARIAS


"...Tolstói, proviene de una corriente pacifista, que tuvo como principio de vida una negación de resistencia al mal, es decir, una actitud noviolenta por la cual se niega a responder al mal con violencia. Su opción vital por la noviolencia le viene según Hincapié a partir de su paso por el ejército, su opción religiosa y su capacidad de aprender de la gente sencilla.

León Tolstói nació en Rusia en San Petersburgo en el año de 1828, es escritor y uno de los más reconocidos en la literatura universal, recordado por su obra Guerra y paz, terminada la publicación de su obra se dedica a reflexionar a partir de todas las experiencias vividas, tanto en el combate de la guerra como en el trato con las personas humildes y sencillas; estas reflexiones le llevan a una crisis en el orden ético y moral hasta que “La solución definitiva a su angustia la encuentra en el Nuevo Testamento, en la enseñanza de Cristo en el Sermón  de la Montaña“.

El rechazo a la institución del estado por parte de Thoreau, no responde solo a que esta institución desconoce a la ciudadanía que le sostiene y legitima, sino también a que la exime de responsabilidades con respecto a las decisiones que toma” (Hincapié, Carlos. 

De nuevo a la vida, el poder de la no violencia y las transformaciones culturales. Aún más vergonzoso nos dirá el autor, hay muchas personas que apoyan y aceptan los métodos de guerra, sintiéndose beneficiados de sus resultados, pero lo hacen solo con una condición y es que todo acto de guerra se haga con la vida de los hijos de otros, nunca con los suyos, lamentablemente estos combatientes son reclutados de las zonas más vulnerables y más pobres. 

De él aprende a ser manso, a no vivir triste, a amar a los enemigos, a no responder al mal con el mal.” Tolstói, decide retirarse a vivir en el campo, aprendiendo el trabajo de los campesinos y enseñándoles desde sus conocimientos, promoviendo desde su vida una exhortación a llevar una vida más justa, basada en el principio de la noviolencia por la el cual rechaza toda expresión del mal.

 En relación al uso de la violencia nos dice que no puede estar sujeta al juicio personal, que determine, cuándo deba ser usada o no, pues siempre se encontraran motivos para justificar su práctica como respuesta a cualquier tipo de peligro. Al respecto, tenemos en el pensamiento de Tolstói que: La pregunta que cabe hacerse es ¿Cómo resolver los conflictos que surgen entre los hombres, cuando unos consideran que el mal es aquello que otros consideran el bien, y al revés?... Existen, pues, dos posibles soluciones a esta cuestión o encontramos un criterio fiable e irrefutable de lo que es el mal, o no resistimos a éste con la violencia. (Tolstói, El Reino de los Cielos esta

Tolstói cuestiona con fuerza el uso de la violencia como método de los estados para inculcar miedo en las sociedades; de igual forma reconoce que la Iglesia se ha hecho cómplice de estos mecanismos, olvidando su compromiso con los mandamientos evangélicos. Hace entonces Tolstói una opción más relacionada con lo ético que con lo religioso en la que “cuestionó el método de la violencia y planteó la necesidad de encontrar alternativas inspiradas en la máxima evangélica de no responder al mal con violencia, como la única forma de romper el círculo vicioso de la misma.”.

 Reconoce además, desde su acercamiento a Jesús de Nazaret, la posibilidad de vivenciar una transformación individual con repercusiones en lo social y lo público, que tenían como consecuencia propiciar la justicia y la equidad entre los hombres..."


Biografía de León Tolstói







(Liev Nikoláievich Tolstói; Yasnaia Poliana, 1828 - Astapovo, 1910) Escritor y ruso. Hijo del noble propietario y de la acaudalada princesa María Volkonski, Tolstói viviría siempre escindido entre esos dos espacios simbólicos que son la gran urbe y el campo, pues si el primero representaba para él el deleite, el derroche y el lujo de quienes ambicionaban brillar en sociedad, el segundo, por el que sintió devoción, era el lugar del laborioso alumbramiento de sus preclaros sueños literarios.
El muchacho quedó precozmente huérfano, porque su madre falleció a los dos años de haberlo concebido y su padre murió en 1837. Pero el hecho de que después pasara a vivir con dos tías suyas no influyó en su educación, que estuvo durante todo este tiempo al cuidado de varios preceptores masculinos no demasiado exigentes con el joven aristócrata.

León Tolstói
En 1843 pasó a la Universidad de Kazán, donde se matriculó en la Facultad de Letras, carrera que abandonó para cursar Derecho. Estos cambios, no obstante, hicieron que mejorasen muy poco sus pésimos rendimientos académicos y probablemente no hubiera coronado nunca con éxito su instrucción de no haber atendido sus examinadores al alto rango de su familia.
Además, según cuenta el propio Tolstoi en Adolescencia, a los dieciséis años carecía de toda convicción moral y religiosa, se entregaba sin remordimiento a la ociosidad, era disoluto, resistía asombrosamente las bebidas alcohólicas, jugaba a las cartas sin descanso y obtenía con envidiable facilidad los favores de las mujeres. Regalado por esa existencia de estudiante rico y con completa despreocupación de sus obligaciones, vivió algún tiempo tanto en la bulliciosa Kazán como en la corrompida y deslumbrante ciudad de San Petersburgo.
Al salir de la universidad, en 1847, escapó de las populosas urbes y se refugió entre los campesinos de su Yasnaia Poliana natal, sufriendo su conciencia una profunda sacudida ante el espectáculo del dolor y la miseria de sus siervos. A raíz de esta descorazonadora experiencia, concibió la noble idea de consagrarse al mejoramiento y enmienda de las opresivas condiciones de los pobres, pero aún no sabía por dónde empezar. De momento, para dar rienda suelta al vigor desbordante de su espíritu joven decidió abrazar la carrera militar e ingresó en el ejército a instancias de su amado hermano Nicolás. Pasó el examen reglamentario en Tiflis y fue nombrado oficial de artillería.
El enfrentamiento contra las guerrillas tártaras en las fronteras del Cáucaso tuvo para él la doble consecuencia de descubrirle la propia temeridad y desprecio de la muerte y de darle a conocer un paisaje impresionante que guardará para siempre en su memoria. Enamorado desde niño de la naturaleza, aquellos monumentales lugares grabaron en su ánimo una nueva fe panteísta y un indeleble y singular misticismo.
Al estallar la guerra de Crimea en 1853, pidió ser destinado al frente, donde dio muestras de gran arrojo y ganó cierta reputación por su intrepidez, pero su sensibilidad exacerbada toleró con impaciencia la ineptitud de los generales y el a menudo baldío heroísmo de los soldados, de modo que pidió su retiro y, tras descansar una breve temporada en el campo, decidió consagrarse por entero a la tarea de escribir.
Lampiño en su época de estudiante, mostachudo en el ejército y barbado en la década de los sesenta, la estampa que se hizo más célebre de Tolstoi es la que lo retrata ya anciano, con las luengas y pobladas barbas blancas reposando en el pecho, el enérgico rostro hendido por una miríada de arrugas y los ojos alucinados. Pero esta emblemática imagen de patriarca terminó por adoptarla en su excéntrica vejez tras arduas batallas para reformar la vida social de su patria, empresa ésta jalonada en demasiadas ocasiones por inapelables derrotas.
Durante algún tiempo viajó por Francia, Alemania, Suiza..., y de allí se trajo las revolucionarias ideas pedagógicas que le moverían a abrir una escuela para pobres y fundar un periódico sobre temas didácticos al que puso por nombre Yasnaia Poliana. La enseñanza en su institución era completamente gratuita, los alumnos podían entrar y salir de clase a su antojo y jamás, por ningún motivo, se procedía al más mínimo castigo. La escuela estaba ubicada en una casa próxima a la que habitaba Tolstoi y la base de la enseñanza era el Antiguo Testamento.
Pronto fue imitada por otras, pero su peligrosa novedad, junto a los ataques del escritor contra la censura y a su reivindicación de la libertad de palabra para todos, incluso para los disidentes políticos, despertó las iras del gobierno que a los pocos años mandó cerrarla. Era uno de los primeros reveses de su proyecto reformador y uno de los primeros encontronazos con las fuerzas vivas de Rusia, aunque no sería el único. Sus discrepancias con la Iglesia Ortodoxa también se hicieron notorias al negar abiertamente su parafernalia litúrgica, denunciar la inútil profusión de iconos, los enrarecidos ambientes con olor a incienso y la hipocresía y superficialidad de los popes.
Además, cargó contra el ejército basándose en el Sermón de la Montaña y recordando que toda forma de violencia era contraria a la enseñanza de Cristo, con lo que se ganó la enemistad juramentada no sólo de los militares sino del propio zar. Incluso sus propios siervos, a los que concedió la emancipación tras el decreto de febrero de 1861, miraron siempre a Tostoi, hombre tan bondadoso como de temperamento tornadizo, con insuperable suspicacia.
A pesar de ser persona acostumbrada a meditar sobre la muerte, el trágico fallecimiento de su hermano Nicolás, acaecido el 20 de septiembre de 1860, le produjo una extraordinaria conmoción y, al año siguiente, se estableció definitivamente en Yasnaia Poliana. Allá trasladará en 1862 a su flamante esposa Sofía Behrs, hija de un médico de Moscú con quien compartió toda su vida y cuya abnegación y sentido práctico fue el complemento ideal para un hombre abismado en sus propias fantasías.
Sofía era entonces una inocente muchacha de dieciocho años, deslumbrada por aquel experimentado joven de treinta y cuatro que tenía a sus espaldas un pasado aventurero y que además, con imprudente sinceridad, quiso que conociese al detalle sus anteriores locuras y le entregó el diario de su juventud donde daba cuenta de sus escandalosos desafueros y flirteos. Con todo, aquella doncella que le daría trece hijos, no titubeó ni un momento y aceptó enamorada la proposición de unir sus vidas, contrato que, salvando períodos tormentosos, habría de durar casi medio siglo.
Merced a los cuidados que le prodigaba Sofía en los primeros y felices años de matrimonio, Tolstoi gozó de condiciones óptimas para escribir su asombroso fresco histórico titulado Guerra y paz, la epopeya de la invasión de Rusia por Napoleón en 1812, en la que se recrean nada menos que las vidas de quinientos personajes. El abultado manuscrito fue pacientemente copiado siete veces por la esposa a medida que el escritor corregía; también era ella quien se ocupaba de la educación de los hijos, de presentar a las niñas en sociedad y de cuidar del patrimonio familiar.
La construcción de este monumento literario le reportó inmediatamente fama en Rusia y en Europa, porque fue traducido enseguida a todas las lenguas cultas e influyó notablemente en la narrativa posterior, pero el místico patriarca juzgó siempre que gozar halagadamente de esta celebridad era una nueva forma de pecado, una manera indigna de complacerse en la vanidad y en la soberbia.
Si Guerra y paz había comenzado a publicarse por entregas en la revista El Mensajero Ruso en 1864 y se concluyó en 1869, muchas fueron después las obras notables que salieron de su prolífica pluma y cuya obra completa puede llenar casi un centenar de volúmenes. La principal de ellas es Ana Karenina (1875-1876), donde se relata una febril pasión adúltera, pero también son impresionantes La sonata a Kreutzer (1890), curiosa condenación del matrimonio, y la que es acaso más patética de todas: La muerte de Iván Ilich (1885).
Al igual que algunos de sus personajes, el final de Tolstoi tampoco estuvo exento de dramatismo y el escritor expiró en condiciones bastante extrañas. Había vivido los últimos años compartiendo casi todo su tiempo con depauperados campesinos, predicando con el ejemplo su doctrina de la pobreza, trabajando como zapatero durante varias horas al día y repartiendo limosna. Muy distanciado de su familia, que no podía comprender estas extravagancias, se abstenía de fumar y de beber alcohol, se alimentaba de vegetales y dormía en un duro catre.
Por último, concibió la idea de terminar sus días en un retiro humilde y el octogenario abandonó su hogar subrepticiamente en la sola compañía de su acólito el doctor Marivetski, que había dejado su rica clientela de la ciudad para seguir los pasos del íntegro novelista. Tras explicar sus razones en una carta a su esposa, partió en la madrugada del 10 de noviembre de 1910 con un pequeño baúl en el que metió su ropa blanca y unos pocos libros.
Durante algunos días nada se supo de los fugitivos, pero el 14 Tolstoi fue víctima de un grave ataque pulmonar que lo obligó a detenerse y a buscar refugio en la casa del jefe de estación de Astapovo, donde recibió los cuidados solícitos de la familia de éste. Sofía llegó antes de que falleciera, pero no quiso turbar la paz del moribundo y no entró en la alcoba hasta después del final. Le dijeron, aunque no sabemos si la anciana pudo encontrar consuelo en esa filantropía tan injusta para con ella, que su últimas palabras habían sido: "Amo a muchos."
En cierto modo, la biografía de León Tolstoi constituye una infatigable exploración de las claves de esa sociedad plural y a menudo cruel que lo rodeaba, por lo que consagró toda su vida a la búsqueda dramática del compromiso más sincero y honesto que podía establecer con ella. Aristócrata refinado y opulento, acabó por definirse paradójicamante como anarquista cristiano, provocando el desconcierto entre los de su clase; creyente convencido de la verdad del Evangelio, mantuvo abiertos enfrentamientos con la Iglesia Ortodoxa y fue excomulgado; promotor de bienintencionadas reformas sociales, no obtuvo el reconocimiento ni la admiración de los radicales ni de los revolucionarios; héroe en la guerra de Crimea, enarboló después la bandera de la mansedumbre y la piedad como las más altas virtudes; y, en fin, discutible y discutido pensador social, nadie le niega hoy haber dado a la imprenta una obra literaria inmensa, una de las mayores de todos los tiempos, donde la epopeya y el lirismo se entreveran y donde la guerra y la paz de los pueblos cobran realidad plásticamente en los lujosos salones y en los campos de batalla, en las ilusiones irreductibles y en los furiosos tormentos del asendereado corazón humano.

Nombre completo: Lev Nikoláievich Tolstói
Lugar de nacimiento: Yasnaia Poliana, Rusia
Fecha de nacimiento: 9 de septiembre de 1828
Murió: 20 de noviembre de 1910 en Astápovo, en la actualidad Lev Tolstói, provincia de Lípetsk
Géneros literarios: Novelas
Libros más destacadosAna KareninaGuerra y Pazmás resúmenes...

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